Falsa miopia tratamiento, Falsă miopie tratamentul ei

Tlacoquemecátl, México 12, D. Prohibida la reproducción total o parcial sin autorización por escrito de la casa editora A mis padres, cuyo afecto me permitió confrontar los conflictos de mi personalidad y abrirme paso entre ellos Contenido 1.
Falsa miopia tratamiento [13] 1. Fue maestro mío de a , y analista mío también de a Me interesó vivamente la descripción del catálogo de dicho curso, en que se hacía referencia a la identidad funcional del carácter de una persona con su actitud corporal o estructura muscular. Entendemos en este caso por estructura el conjunto de tensiones musculares crónicas del cuerpo.
Suele denominarse ʺarmaduraʺ porque sirve para proteger al individuo de las experiencias emotivas dolorosas y amenazantes.
Lo defienden de los impulsos peligrosos de su propia personalidad, y también de los ataques de los demás. Durante una porción de años antes de conocer a Reich, había estado yo investigando la relación entre la mente y el cuerpo.
El interés que me inspiraba este estudio se debía a mi experiencia personal en las actividades físicas de los deportes y la calistenia. Durante la década de fui director de atletismo en varios campos universitarios de verano, donde pude comprobar que un programa regular de actividad física no sólo perfeccionaba mi salud corporal, sino que además ejercía un efecto [14] positivo en mi estado mental.
Traducerea «miótico» în 25 de limbi
Estos estudios corroboraron mi fuerte convicción de que el hombre podía influir en sus actitudes mentales trabajando falsa miopia tratamiento el cuerpo; pero no acabaron de convencerme totalmente. Reich cautivó mi imaginación desde la primera clase que le oí. Comenzó el curso con la exposición del problema del histerismo. El psicoanálisis, indicó, había logrado despejar y explicar el factor histórico del síndrome de la conversión histérica.
Este factor resultó ser un trauma sexual experimentado por la persona en los primeros años de su niñez, y reprimido completamente y olvidado en años posteriores. Dicha represión y la conversión siguiente de las ideas y sentimientos reprimidos en el síntoma constituían el factor dinámico de la enfermedad. Aunque los conceptos de represión y conversión ya eran entonces principios sólidamente establecidos de la teoría psicoanalítica, no se entendía del todo el proceso en virtud del cual una idea reprimida se convertía en síntoma físico.
Falsa miopia tratamiento que faltaba en la teoría psicoanalítica, según Reich, era la comprensión del factor tiempo. Reich opinaba que la represión del trauma original se mantenía con la supresión del sentimiento sexual. Esta supresión constituía la predisposición al síntoma histérico, cuya manifestación era provocada por un incidente sexual posterior.
Para Reich, la supresión del sentimiento sexual junto con la actitud caracterológica que la acompañaba constituía la verdadera neurosis; el síntoma sólo era su expresión externa. La consideración de este elemento —o sea, la conducta y actitud del paciente respecto a la sexualidad— introdujo un factor ʺeconómicoʺ en el problema de la neurosis.
Bioenergética - Alexander Lowen.pdf
El adjetivo ʺeconómicoʺ hace referencia a la acumulación de fuerzas que predisponen al individuo para el desarrollo de síntomas y actitudes neuróticas. Después de haber leído una porción de libros [15] de Freud, conocía perfectamente la idea psicoanalítica en general, pero no recordaba que se hubiese tomado en cuenta este factor. Experimentaba la sensación de que Reich me estaba introduciendo a un nuevo enfoque de los problemas humanos, lo cual me produjo interés inmediato.
El alcance pleno de este modo nuevo de ver las cosas fue esclareciéndose e intensificándose gradualmente en mí a medida que Reich iba exponiendo sus ideas a lo largo del curso.
Comprobé que el factor económico era una clave importante para entender falsa miopia tratamiento personalidad, porque se refiere a cómo maneja el individuo su energía sexual, o su energía en general.
La economía energética o sexual del individuo se refiere al equilibrio que establece entre su carga y descarga de energía, o entre la excitación y el desahogo sexual. Sólo cuando esta economía o equilibrio es alterado, surge el síntoma de conversión histérica.
Aumentó mi interés por Reich cuando procedió a desarrollar su pensamiento y a explicar sus observaciones. La diferencia entre una economía sexual sana y otra neurótica no entraba en el problema del equilibrio. De lo que hablaba Reich entonces, era de una economía del sexo, más bien que de la economía de la energía; pero aquellos términos eran sinónimos en su mente.
Un individuo neurótico conserva el equilibrio sujetando su energía en las tensiones musculares y limitando su excitación sexual. El individuo sano no tiene limitación, y su energía no está sujeta en su armadura muscular. Por tanto, toda su energía está a disposición del placer sexual o de cualquier otra expresión creadora.
Su economía energética funciona a alto nivel. La economía de la energía a niveles bajos es característica de la mayor parte de la gente, y a eso se falsa miopia tratamiento su tendencia a la depresión, que es endémica en nuestra cultura. Posteriormente he comprobado que esta actitud es algo típico en falsa miopia tratamiento.
A ella atribuyo gran parte de mi capacidad [16] para pensar las cosas por mí mismo. El escepticismo que me inspiraba Reich se concentraba en la indudable importancia excesiva que daba a la función del sexo en los problemas emocionales. Pero más tarde, sin caer en la cuenta, este escepticismo mío se desvaneció. Durante el resto del curso quedé completamente convencido de la razón de Reich y sus motivos.
Sinonimele și antonimele miótico în dicționarul de sinonime Portugheză
La razón de este cambio se me esclareció unos dos años más tarde, después de haber estado sometido personalmente a la terapéutica de Reich durante algún tiempo. Se me ocurrió pensar que no había terminado de leer uno de los libros mencionados por él en la bibliografía de su curso: Tres ensayos sobre la teoría de la sexualidad, de Freud.
Llevaba ya leída la mitad del segundo ensayo, titulado ʺSexualidad Infantilʺ, cuando interrumpí mi lectura. Comprendí que este trabajo había tocado la fibra de mi ansiedad inconsciente sobre mi sexualidad infantil; y, aunque no estaba preparado para enfrentarme con esa ansiedad, ya no pude seguir siendo escéptico respecto a la importancia de la sexualidad, por el contrario, comencé a considerar toda su importancia para nuestras vidas. Durante el periodo entre dicha terminación y el comienzo de mi tratamiento, continué en contacto con él.
Asistí a una porción de reuniones en su casa de Forest Falsa miopia tratamiento donde discutimos las consecuencias sociales de sus conceptos sobre la economía del sexo y desarrollamos un proyecto para falsa miopia tratamiento a un programa de salud mental de la comunidad.
Reich había sido un pionero de este campo en Europa. De este aspecto de su actividad y de mi relación con él, me ocuparé más detenidamente en otro libro sobre Reich. Durante el año anterior había sido un visitante bastante asiduo de su laboratorio. Me enseñó parte del trabajo que estaba llevando a cabo con biopreparaciones y tejidos cancerosos.
Y de pronto, me dijo un día: falsa miopia tratamiento someterse a tratamiento terapéutico. Y le contesté: [17] —Ya lo creo que me interesa, pero lo que yo deseo es hacerme famoso. Han pasado los años, y considero esta declaración de Reich como falsa miopia tratamiento profecía.
Era el empujón que yo estaba necesitando para sobreponerme a mi resistencia y lanzarme al campo de actividad de toda mi vida. Mi primera sesión terapéutica gaz oftalmic Reich fue una experiencia que no olvidaré jamás.
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Me entregué a ella con la candorosa convicción de que yo no tenía nada malo. Se trataba de un análisis instructivo nada más.
No quiso utilizar Reich un diván, porque ésta iba a ser una terapia orientada hacia el cuerpo. Seguí sus instrucciones y esperé a ver qué pasaba. Al cabo de cierto tiempo, me dijo: —Lowen, no está usted respirando.
Yo le repliqué: —Claro que estoy respirando; si no me habría muerto. A lo que él contestó: —Su pecho no se mueve. Le coloqué la mano en el pecho y observé que subía y bajaba a cada respiración, cosa que no ocurría con el mío. Me tumbé de nuevo y volví a respirar, pero esta vez mi caja torácica se levantaba al inspirar y se hundía al expirar.
Al cabo de algún tiempo, me dijo Reich: —Incline hacia atrás la cabeza y abra completamente los ojos. Lo hice así y de mi garganta se exhaló un grito. Era un hermoso día de principios de primavera, y las ventanas de la habitación daban a la calle. El doctor Reich no quería llamar la atención de los vecinos y me rogó que enderezase la cabeza, con lo cual dejé de gritar.
Mi respiración profunda se restableció, sin que me hubiese perturbado el grito, lo cual no dejaba de ser extraño. Es que no estaba emocionalmente relacionado con él.
No sentí miedo alguno. Después de unas cuantas respiraciones, el doctor Reich me propuso repetir el procedimiento, es decir, echar hacia atrás la cabeza y abrir los ojos completamente.
No me parece muy exacto decir que había gritado, porque no creí que fuese yo. Aquel grito era algo que [18] me ʺhabía ocurridoʺ.